La neumonía es la inflamación o infección de uno o ambos pulmones. Los pulmones están formados por pequeños sacos llamados alvéolos que, en las personas sanas, se llenan de aire al respirar. Los alvéolos de personas con neumonía se llenan de pus y líquido, lo que causa una respiración dolorosa que limita la absorción de oxígeno.
Debido a que los pulmones presentan infección, las pequeñas vías respiratorias se inflaman y se llenan de un fluido pegajoso. Esto bloquea las vías respiratorias y reduce la cantidad de oxígeno que es capaz de entrar al cuerpo, dificultando la respiración o provocando falta de aire.
La neumonía puede llegar a ser causada por virus, hongos o bacterias. Los virus son la causa más común de neumonía. Puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más común en niños más pequeños. Alrededor de 10 al 15% de los niños con una infección respiratoria presentan neumonía pediátrica. La neumonía niños a menudo se produce después de una infección respiratoria, como un resfriado o gripe. La mayoría de los niños con neumonía mejoran rápido y completamente.
En casos muy extremos la neumonía en niños puede ser mortal. Es responsable de más muertes en el mundo que cualquier otra enfermedad infecciosa. Es más grave para los bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años y personas con sistema inmunológico debilitado.
¿Cómo se transmite la neumonía?
La neumonía puede propagarse de diferentes maneras, tales como:
- Los virus y las bacterias que se encuentran comúnmente en la nariz y garganta de un niño, puede infectar los pulmones si se inhalan.
- Se propaga a través de las gotitas expulsadas al aire por la tos o el estornudo.
- También puede propagarse a través de la sangre, especialmente durante el nacimiento.
Síntomas de neumonía en niños
Los signos y síntomas de la neumonía varían dependiendo de la edad y causa de la neumonía. Los síntomas leves a menudo son similares a los de un resfriado pero duran más tiempo.
Frecuentemente tienen uno a más de estos síntomas:
- Fiebre.
- Escalofríos.
- Respiración rápida y/ dificultad para respirar.
- Tos (con moco)
- Vómitos, náuseas o diarrea.
- Irritable o más cansado de lo normal.
- Dolor abdominal.
- Pérdida de apetito o alimentación deficiente en el caso de bebés.
Los síntomas clave de neumonía en niños son temperatura superior a 38.5°C, respiración rápida o dificultad para respirar. Los niños también pueden perder el apetito y parecer que tienen menos energía de lo normal. Puede verse cansado y con un mal aspecto.
Los recién nacidos o bebés pueden presentar vómitos, fiebre y tos, parecerán inquietos o con cansancio con dificultad para respirar o comer, aunque también pueden no mostrar ningún signo de la neumonía.
Causas de neumonía
Muchos gérmenes pueden ser los causantes de neumonía. Los más comunes son las bacterias y los virus que del aire respiramos. El cuerpo normalmente impide que estos gérmenes infecten los pulmones, pero en ocasiones los gérmenes debilitan su sistema inmunológico.
La neumonía se clasifica de acuerdo a los tipos de gérmenes que la causan y de dónde proviene la infección.
Neumonía adquirida en la comunidad
La neumonía adquirida en comunidad es el tipo más común de neumonía. Se produce fuera de los hospitales y otros centros de salud y puede ser causada por:
- El Streptococcus pneumoniae es la bacteria más común causante de neumonía en adultos. Este tipo de neumonía se produce por si sola después de haber tenido un resfriado o gripe.
- Los virus, en particular el virus sincitial respiratorio, son la causa más común de neumonía en niños menores de 2 años de edad. Algunos virus que causan los resfriados y la gripe pueden causar neumonía. Los virus son la causa más común de neumonía en niños menores de 5 años. Aunque la neumonía viral es generalmente menos grave que la neumonía bacteriana, las causas por determinados virus puede ser muy grave.
- Hongos. La neumonía fúngica es más común en las personas con problemas de salud subyacentes o un sistema inmune debilitado, como personas con VIH/SIDA o personas que reciben tratamiento parar el cáncer.
Neumonía adquirida en el hospital/Neumonía intrahospitalaria
Algunas personas adquieres neumonía durante una estancia en el hospital por otra enfermedad. Este tipo de neumonía puede ser grave porque las bacterias causantes pueden ser más resistentes a los antibióticos.
Pacientes que están en las máquinas de respiración (ventiladores), se encuentran en mayor riesgo de este tipo de neumonía.
Neumonía asociada con el cuidado de la salud
Este tipo de infección se desarrolla en alguien que está siendo atendido en un centro de salud, son tratados en consulta externa o están largos periodos en hogares de ancianos.
Neumonía por aspiración
La neumonía por aspiración ocurre cuando se inhala comida, bebida, fluidos, gases o polvo. Las personas que tienen el reflejo de la mordaza son especialmente susceptibles a este tipo de infección.
Prevención de la neumonía en niños
Debido a que la neumonía aparece después de haber presentado un resfriado o gripe, puede ayudar a prevenirla al recibir la vacuna contra la gripe.
La vacuna contra la neumonía neumocócica se recomienda para los adultos de 65 años, niños menores de 5 años, fumadores y cualquier persona con una enfermedad crónica, como el asma, cáncer o VIH/SIDA.
Otros pasos que pueden ayudar a protegerse contra la enfermedad incluyen:
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Dejar de fumar.
- Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo al toser o estornudar.
- Dormir lo suficiente y tener una dieta saludable ayuda a mantener un sistema inmune fuerte.
Factores de riesgo
La neumonía puede afectar a cualquier persona, pero los dos grupos de edad con mayor riesgo son:
- Niños de 2 años de edad o menos.
- Personas con 65 años o más.
Factores que pone en riesgo a un niño a contraer neumonía
- Están expuestos al humo de cigarro.
- No presentan sus vacunas a tiempo.
- Tienen una condición crónica de larga duración que afecta a los pulmones, como por ejemplo, asma mal controlada o fibrosis quística.
- Bebé prematuro.
- Problemas de alimentación, como la espiración (inhalación de un poco de alimento). Estos niños a menudo presentan tos y/o se ahogan con la alimentación.
Otros factores de riesgo incluyen:
- Enfermedades crónicas. Se es más propenso al existir enfermedades como el asma, EPOC o enfermedad cardiaca.
- Debilitado o suprimido sistema inmunológico. Las personas con VIH/SIDA, trasplantados o que reciben quimioterapias están en riesgo.
- Fumar. El fumar daña las defensas del cuerpo contra las bacterias y virus que causan la neumonía.
- Estar hospitalizado. Personas en UCI, especialmente si están con respirador.
Complicaciones de la neumonía
La neumonía puede ser tratada exitosamente con medicamentos, pero algunas personas pueden experimentar complicaciones como:
- Bacterias en el torrente sanguíneo. Las bacterias que entran al torrente sanguíneo de los pulmones pueden transmitir la infección a otros órganos y causar una insuficiencia orgánica.
- Absceso pulmonar. Ocurre si el pus se forma en una cavidad en el pulmón. A veces se trata con antibióticos, pero puede necesitar cirugía o drenaje.
- Acumulación de líquido alrededor de los pulmones (derrame pleural). Es la acumulación de líquido en el espacio entre las capas delgadas de tejido que recubren los pulmones y la cavidad torácica (un radiólogo intervencionista puede colocar drenajes para eliminar la acumulación de líquido).
- Dificultad para respirar.
Diagnóstico neumonía en niños
Un historial médico y un examen físico siempre son parte del diagnóstico de cualquier enfermedad. En el caso del diagnóstico de neumonía, escuchar los pulmones con un estetoscopio y verificar si hay burbujeo anormal o sonidos crepitantes que indican la presencia de secreciones.
El neumólogo pediatra observará el esfuerzo respiratorio del niño durante un examen físico. Este es el primer paso para el diagnóstico de neumonía en niños.
Si el pediatra sospecha de neumonía, se podrá pedir alguno de los siguientes exámenes:
- Radiografía de tórax: determina la extensión y localización de la infección. Sin embargo, no revela el tipo de neumonía que es.
- Análisis de sangre: se utiliza para confirmar la infección y tratar de identificar el tipo de organismo causante de la infección. Pero la identificación no es precisa.
- Oximetría de pulso: mide el nivel de oxígenos en sangre.
- Cultivo de esputo: es la muestra del moco expulsado después de una tos profunda, esto ayuda a determinar la causa de la infección.
Algunos datos dicen que la ecografía es más precisa en la mayoría de los casos de neumonía en niños y adultos jóvenes. La ecografía puede reemplazar la radiografía para el diagnóstico.
El tratamiento de la neumonía implica curación de la infección y prevenir complicaciones en cualquier grupo de edad.
Las personas con neumonía adquirida en comunidad se pueden tratar en casa con medicación. Los tratamientos específicos dependerán del tipo y severidad de la neumonía, edad y la salud en general. Pero algunas opciones incluyen:
- Antibióticos orales.
- Antifebriles.
- Medicamentos para la tos.
Los niños con neumonía pueden ser hospitalizados si:
- Son menores de 2 meses.
- Excesivamente somnoliento.
- Tiene dificultad para respirar.
- Niveles bajos de oxígenos en la sangre.
- Presenta deshidratación.
- Presenta temperatura baja.
Tratamiento en casa para neumonía en niños
La mayoría de los niños con neumonía pueden ser tratados en casa, por lo que necesitan:
- Descanso.
- Beber pequeñas cantidades de líquidos frecuentemente para evitar una deshidratación.
- No recetarse medicamentos para la tos, ya que en niños con neumonía estos medicamentos no causan efecto.
- Evite fumar cerca de su hijo en todo momento.
Hospitalización
Es posible que requiera de hospitalización si:
- Es mayor de 65 años.
- Presenta náuseas o vómitos que impiden mantener bajo antibióticos tomados.
- Caídas de presión arterial.
- Respiración rápida.
- Necesita ayuda para respirar.
- Temperatura inferior de lo normal.